Teníamos en casa unas sillas antiguas que hicieron su labor en el restaurante de mis suegros.
A mí, que me encantan los "trastos" ( con todo el cariño del mundo), se me ocurrió lijarlas y barnizarlas ya hace tiempo para volver a usarlas. Ahora, tras haber descubierto las Chalk Paint, he probado a ver cómo quedaría dando una base de un color y , después, una capa fina de otro, que he lijado para que quede un efecto envejecido.
Es cuestión de gustos, como todo. A mí me encanta el resultado.
Y para comparar .... aquí está la foto del "antes".
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